El agua hidrogenada ataca directamente a los radicales libres, con el fin de evitar el excesivo estrés oxidativo.

El estrés oxidativo se debe a la contaminación del aire, los productos químicos del hogar, alimentos procesados, radiación, respiración, estrés, drogas, alcohol y tabaco, la luz ultravioleta, campos electro-magnéticos y ejercicio físico.

Si no oxidamos, enfermamos y envejecemos.

Para combatir los radicales libre, debemos completar la dieta con antioxidantes, como la vitamina C y agua hidrogenada.

Hay muchos estudios sobre el hidrógeno, puedes verlos todos en:

El hidrógeno es la molécula más pequeña que existe: penetra a través de los vasos sanguíneos, la barrera hematoencefálica y las paredes de las células hasta llegar al núcleo.

A diferencia de otros antioxidantes, el hidrógeno es capaz de introducirse en las células y proteger nuestro ADN de los radicales libres.

Al proteger el ADN, también protege nuestros telómeros, que están asociados a nuestra longevidad.

Otras funciones a destacar el hidrógeno

• Neutraliza los radicales libres: que nos envejecen y se les atribuye el origen del 90% de las enfermedades.
• Inhibe el daño causado por los radicales libres sobre nuestro ADN.
• Estimula las enzimas de las células que actúan como antioxidantes.
• Es un excelente antiinflamatorio.
• Equilibra la relación ácido-base del cuerpo, evitando la propagación de virus, bacterias y hongos.
• Mejora la condición de la piel.
• Aumenta la energía, la claridad mental y la atención.
• Mejora el metabolismo y el movimiento de los intestinos.
• Incrementa el rendimiento deportivo y disminuye el tiempo de recuperación.
• Alivia el dolor muscular y articular.
• Mejora la circulación sanguínea.

El hidrógeno es seguro

• No se convierte en radical libre tras donar el electrón.
• No presenta una capacidad antioxidante excesiva que pudiera interferir en la señalización celular o la regulación genética.
• No tiene efectos secundarios a altas dosis.